El día permanecía tranquilo. Gary, que ya había comido, no paraba de dar vueltas por los campos de la base esperando al ansiado momento en el que los resultados serían anunciados en el comedor. Todo el mundo se relajaba y disfrutaba del tiempo libre del que disponían tras la prueba del día anterior. Steven, al cual Gary no había visto desde ayer, apareció de pronto tras su amigo y con un grito dijo:
- ¡Gary, tengo una sorpresa para ti!
- ¿Qué ha pasado? -dijo riendo por el saludo de su amigo.
- Por lo visto yo también acabo tras saber el resultado de la prueba, así que si la superamos acabaremos los dos nuestra instrucción.
- ¡Genial tío, eso es magnífico! -dijo Gary feliz.
Se quedaron charlando dejando pasar las horas hasta que se hicieron las 5 de la tarde y el sol comenzaba a caer lentamente en el horizonte haciendo que, lentamente, haya cada vez menos luz. Todo el mundo, de pronto, parecía que tenía algo que hacer, y es que se había anunciado que los resultados ya estaban en el comedor. Gary y Steven se dirigieron al comedor a un ritmo lento para evitar la cola y poder ver el resultado rápido y sin molestias. Cuando llegaron al comedor apenas quedaba gente y se notaba la felicidad de los que habían conseguido superar la prueba. Se acercaron al tablón y buscaron sus nombres en él con cierta prisa y nerviosismo hasta encontrarse.
- Steven Harner... -dijo por fin Steven- ¡Aprobado! -continuó soltando un grito de felicidad.
- ¿En serio? -dijo Gary aún buscándose- Yo... -se frenó mirando su nota y la de Steven- ¡También aprobado!
Gary apretó los puños con rabia sin poder ocultar su emoción por la noticia con su amigo. Tras ver las notas salieron fuera donde, por sorpresa, los estaba esperando el sargento Anders.
- Buenas tardes soldados.
- Buenas tardes sargento -dijeron los dos a la vez poniéndose firmes.
- Como sabréis al haber aprobado ambos habéis acabado vuestra instrucción. Disponéis ahora de tiempo libre para visitar a vuestra familia. Cuando el ejército os necesite, se os informará por carta de vuestra misión. Hasta entonces, permaneced alertas y descansad. Vuestra vida ha cambiado, y cambiará, al haber entrado en la mayor fuerza de élite del ejército de los Estados Unidos de América.
- A sus órdenes sargento -haciendo un saludo militar.
El sargento, tras hacer un gesto militar como despedida, se marchó rumbo a la base. Gary y Steven se quedaron allí sin decir nada durante unos minutos hasta que por fin comenzaron a hablar.
- Bueno, Gary, de momento esto se podría decir que es una despedida, ¿no?
- Sí, aunque nos veremos cuando nos llamen -contestó sonriendo.
Ambos se quedaron callados y, tras estrecharse la mano en un saludo de amistad, se despidieron el uno del otro yéndose cada uno por su lado perdiéndose por la base.
M encantooo, sobr todo q Gary no se iraa soloo tendra ya un compañero mas al q n debera intentar caer bienn ya q se conocnnn, kierooo masssssssssssssss. m llama la atencion muxooo esta historia, besitos xDD
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