martes, 30 de noviembre de 2010

Capítulo IV "Vuelta a casa"

El despertador sonó y Gary, con prisa, se levantó y se vistió sin perder tiempo. Salió del cuarto y, tras despedirse de todos, tomó un autocar rumbo a casa de sus padres. Durante todo el camino no paró de pensar como estaría todo por casa. Fuera el día parecía genial. El sol daba con algo de fuerza e iluminaba los prados del lugar mostrando su verde más intenso. De pronto la tranquilidad se rompió al pasar la frontera del estado donde un coche militar detuvo el camino. Uno de los 4 militares que allí estaban se acercó entrando en el autocar con portando en su mano una pistola.
- ¿Ocurre algo? -preguntó el conductor.
- Tenemos órdenes del presidente de registrar todos los vehículos que pasen por la frontera.
El militar, concienciadamente, registró el autocar como si buscase algo. Al no encontrarlo salió fuera y, tras hablar con los demás militares se apartaron dejando que el autocar siguiese su camino.
- ¿Qué crees que buscaban?
La voz de un joven interrumpió el silencio que mantenía Gary sentado en su asiento. Al percatarse de la presencia del joven lo miró, y tras unos segundos en silencio habló.
- No lo sé, pero por lo que parece no lo han encontrado.
- Mejor, no me habría gustado que ahora nos impidan entrar. Y por cierto, mi nombre es Johnson, ¿y el tuyo?
- Me llamo Gary, encantado -dijo estrechando su mano.
- ¿Puedo preguntar a dónde te diriges ahora?
- Voy a casa de mis padres ya que hace mucho que no los veo y dispongo de vacaciones. -contestó Gary.
- Vaya, yo también voy a ver a mi familia y de paso a mi novia. seguro que me echa mucho de menos.
Siguieron hablando en el viaje hasta que el autocar llegó a la estación. Bajaron todos uno por uno. Gary y Johnson se despidieron tomando cada uno caminos separados. Gary, tras caminar bastante, llegó por fin a la puerta de su casa y, tras una pausa, se dirigió a la puerta dispuesto a llamar. De dentro de la casa se escuchaban voces y de pronto, cuando Gary se paró frente a la puerta dispuesto a llamar, la voz de su hermana sonó justo al lado de la entrada.
- Voy a comprar pan, no tardo.
Al abrir se topó con la presencia de Gary y tras unos segundos de shock su hermana soltó un chillido de felicidad lanzándose en un abrazo hacia su hermano.
- ¡Gary!
Éste, tardando en reaccionar, abrazó a su hermana intentando que ambos no caigan al suelo mientras por la puerta asomaban sus padres observando la escena.
- Hijo, al fin estás de vuelta. ¿Qué tal ha ido todo?
- Genial padre. Tengo descanso indefinido hasta que soliciten de mi presencia en la base.
El padre de Gary sonrió ampliamente mientras todos entraban en la casa. Gary, subiendo las escaleras, entró a su cuarto dejando la maleta antes de bajar de nuevo al salón donde lo esperaban sus padres y su hermana sentados en el sofá. Pasaron toda la noche hablando hasta que se hicieron altas horas de la noche. Gary, agotado de tanto hablar y por el viaje, se despidió de su familia y subió a su cuarto. Cerró la puerta y ordenó un poco sus cosas antes de tumbarse en la cama durmiéndose casi sin darse cuenta.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho :)
    Sigue así, espero el próximo capítulo ^^

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  2. tengg ganas de saberr q es lo q le pasa, espero con ganas el siguient capiii xDD besitos

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